Planetas Prohibidos

Mientras la batalla entre el Cielo y el Infierno llega a su punto culminante, tres jóvenes elegidos viven sin ser conscientes de su auténtico destino. Tanya compite en un concurso de talentos para demostrar que tras su look de Lolita hay un cociente intelectual muy superior a la media. Erik actúa como doble en las escenas más arriesgadas de una película de acción. Y Mauro subsiste como un scene inadaptado. Una misteriosa joven llegará para advertirles de que corren peligro, y pronto Tanya, Erik y Mauro serán testigos de cómo el choque entre Luz y Oscuridad comienza a cobrarse víctimas de una forma terrible.¿Qué podrán hacer ellos frente a esta espiral de violencia eterna? Espectacular revisión de la mitología sobre ángeles y demonios, Heraldos de la luz sorprenderá a quienes se atrevan a asomarse a sus páginas con una historia sumamente adictiva que crece en intensidad hasta llegar a su deslumbrante final.

Heraldos de luz es una trilogía, donde el motor es la eterna lucha del bien contra el mal, el cielo contra el infierno. A pesar de ser un tema recurrente, no es el típico libro de ángeles, y es que los personajes no son nada convencionales, las tribus urbanas invaden el paraíso prometido.

Séfora es el ángel negro (otra novedad) enviado a encontrar a los tres elegidos,y como ángel es bastante innovadora; de sus anteriores visitas a la tierra ha adquirido ciertos vicios, como la cerveza negra y el tabaco, que la alejan de la imagen perfecta del ángel y la humanizan, y es que Séfora nació como humana y fue reclutada para las huestes divinas.

Heraldos de luz es una introducción a la historia, pero sobre todo a sus personajes y principalmente a los tres elegidos. Tanya es el personaje alrededor del que gira el libro, la portada la elige a ella como absoluta protagonista (portada preciosa, por cierto). Decir que Tanya es inteligente es quedarse corto, es una chica valiente y decidida y estas características de su personalidad las muestra no sólo en su actitud frente a lo que acaba de descubrir de si misma, sino también en su modo de vestir, en su manera de ser ella misma. Es una Lolita, tribu de la que no tenía la menor idea que existiera.

Erik es guapo, lo sabe y se aprovecha de ello. Tiene éxito con las chicas... Por algo es mi favorito, trabaja como especialista en escenas de acción. Y aparentemente es el más "normal" del grupo.

Mauro es un scene, otra tribu urbana que he descubierto gracias a la novela, es un personaje desarraigado y torturado, sin duda es el que menos me atrae de la novela.

Además no hay que olvidarse de Nínive, un espíritu de lo más especial.

El éxito de la novela son sus personajes, cada uno bien definido y sumamente interesantes, es la trama la que gira en torno a ellos y no al revés.

Heraldos de luz es una carrera contra reloj por salvar la vida de estos tres jóvenes. De ritmo rápido y ágil lectura, engancha ya desde las primeras páginas

Hay un pequeño párrafo que me ha llamado la atención y que no quiero pasar por alto, os lo dejo, me encanta el toque sarcástico.

"-Oh -dijo la joven, con un deje que sonó a "pues no sé si me gustará ir al Cielo cuando me muera, después de todo"-. ¿Y en el Infierno?

-Allí sí que hay bibliotecas, muchas, pero sólo tienen libros de Dan Brown y Stephenie Meyer. Es el infierno, a fin de cuentas"

Continuaré la lectura de esta saga, ya que hay cierta tensión entre Erik y Tanya no resuelta que me tiene bastante interesada. La siguiente entrega de esta trilogía ya tiene título, Heraldos de la oscuridad.

Sin duda otro título que promete.

Olga Salar

Reseña publicada originalmente en Luna Lunera (Diario de una Lunática)