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Frankenstein. Diseccionando el mito.
Coordinado y prologado por
J.E. Álamo y Voro Luzzy
Páginas: 222
ISBN: 978-84-942366-4-8
PVP: 12,5 €
Portada: Karol Scandiu
Fecha de salida: 30/6/2014 Preventa: 5% de descuento hasta 29/6/2014
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Argumento Editorial:
Mary Shelley ansiaba la inmortalidad. La autora emuló a Prometeo y arrebató la chispa divina para inocular vida a la muerte.
Ella es inmortal, Victor Frankenstein es inmortal y la Criatura, que ni siquiera mereció un nombre, es una pesadilla a la que todos volvemos una y otra vez.
Mary y Victor fallecieron hace mucho, pero la Criatura no. No puede. El fuego que prendió su vida ha pasado a otros autores; creadores de historias que retoman la figura torturada del ser repudiado. Relatos donde se perpetúa la maldición de un ser que deambula por el tiempo y el espacio sin que nadie lo libere de su destino oscuro, porque es justo lo que deseamos contemplar en nuestras pesadillas.
Bienvenidos al infierno del que no tiene nombre, contemplad su dolor y rezad para que vuestro sueño no se vea perturbado... en exceso.
Autores:
Víctor Blázquez, Carlos J. Lluch, Fernando López Guisado, Marta Junquera, David Rozas, Javier Trescuadras, José Javier Zamora, Juan Antonio Román, Laura López Alfranca, Francis Novoa, Manuel Martín, Rubén Pozo y Liliana Galvanny. Prólogo de J. E .Álamo y Voro Luzzy Epílogo de Alfonso Zamora.
Ilustradores: Karol Scandiu, CalaveraDiablo, Daniel Medina, Gema García Ingelmo, Alexis Pujol y Begoña Fumero.
Opinión:
Coger a uno de los monstruos clásicos, y ver cuantas versiones se pueden hacer de él; vamos, diseccionar al propio mito terrorífico. Esto es lo que han hecho los integrantes de ESMATER, de la mano de la editorial Kelonia; no sólo literariamente, sino visualmente, a través de las reinterpretaciones de varios ilustradores gráficos. Y, como se ve ya en la misma portada, la imagen del monstruo de Frankenstein va a sufrir diversas remodelaciones en función de quien lo dibuje, pero siempre desde la calidad asegurada.
En cuanto al tema literario, los autores no se han limitado fundamentalmente a darle una nueva vuela al mito de Frankenstein, sino al propio concepto como tal; es decir, al del ser formado por varias partes diferentes entre sí, ya demás, muertas. Por eso encontramos relatos en los que el monstruo es una entidad informática compuesta por las personalidades de tres grandes hombres, a los que la muerte ha corrompido en sus ideales; a un cyborg con cabeza humana y resto del cuerpo artificial, de procedencia militar; a descendientes postapocalípticos del ser humano, única opción de la humanidad para seguir adelante, etc.
Pero, asimismo, los relatos en los que podemos encontrar todas esta variantes también sonde muy diversa temática, desde el terror más típico debido al tema que se trata, a la ciencia ficción; desde el relato de acción, a la guerrilla del Congo; desde las calles de Nápoles, a los platós de televisión de un programa de actualidad “rosa”…
Como vemos, el “monstruo” se nos mostrará con diferentes características, en diversas situaciones (tanto geográficas como de acción), y en diferentes momentos. Así, como queda dicho, igual serán seres creados a partir de partes de seres vivos y muertos como única esperanza de supervivencia de la raza humana tras un Apocalipsis, que un programa informático con radicales ideas para con el resto de la humanidad, que unos “descosidos” en mitad del conflicto del Congo, que un conflicto entre las siete partes de diferentes cadáveres que componen al monstruo, y muchas más situaciones.
También hay quien, utilizando al monstruo más clásico, lo sitúa en diferentes ambientes y situaciones, en las que, por puro contraste, chocará su presencia, o las acciones que se verá, digámoslo así, casi abocado a realizar debido a su propia naturaleza.
Resumamos diciendo que cada uno en su estilo, y que a cada uno nos pueda gustar más un enfoque que otro, la obra ha conseguido una calidad y variedad digna de elogio; máximo cuando vemos el plantel de autores reunidos, tanto literarios, como gráficos. En cuanto a gustos, a mí me han gustado personalmente las más arriesgadas, las que han desarrollado el tema alejándose del típico monstruo, así como las que presentan un aspecto más de ciencia ficción; las otras también me gustaron, pero por lo arriesgado, y por gustos personales, elijo esas que comento.
Cabe reseñar también, el doble prólogo a modo de cartas cruzadas entre el monstruo y su “madre”, Mary Shelley, obra de los Autores J. E. Álamo y Voro Luzzy, así como el epílogo, también a modo de carta, del padre de la criatura, Víctor Frankenstein, en un tono muy diferente a las anteriores, y obra de Alfonso Zamora Llorente.