Antes del primer día, de Raúl A. López Nevado

Edición de Juan José Aroz, Espiral Ciencia Ficción número 54, abril de 2014

347 páginas, 

Contactos: Apartado de Correos 6064; 48012 Bilbao (Vizcaya); España
Correo-e: aroz@izar.net

Sitio: http://aroz.izar.net

Cubierta, de Koldo Campo.



ARGUMENTO

Ángel se dispone a ser el primer hombre en orbitar Júpiter. No es una misión suicida, pero implica pasar más de quince años fuera de la Tierra, en la soledad absoluta del espacio. Lo envían al satélite Europa, para que compruebe lo que las sondas artificiales ya han mostrado hasta la saciedad: la existencia o no de vida bajo sus hielos sempiternos.
En realidad todo es una maniobra de propaganda para su empresa; pero a él no le importa. Anhela la soledad del espacio y la aventura de la conquista.

No hay nada que lo ate a la Tierra, o al menos, así lo cree él.

OPINIÓN

Según el propio autor, la novela trata de búsqueda, enfrentamiento al destino, cadenas casuales que se cruzan, se entrecruzan y se deshacen, pero también aventura y maravilla. Además,  nos plantea un multiverso en el que las acciones que se dan en uno de ellos, pueden influir (de hecho, influyen), en lo que suceda en otros; pero no sólo como consecuencia directa uno de otro, sino como una serie de sucesos causalmente entrelazados entre sí. También advertimos ecos, tal vez por la formación del autor (Licenciado en Filosofía) ecos de la teoría de las Formas y las Ideas de Platón, así como la  de Aristóteles de que todo, salvo la Primera Causa (o la última)  debe de tener su propia causa (como comentamos en el párrafo anterior, enlazando esa teoría aristotélica con la teoría del multiverso). Las referencias a las teorías platónicas las encontramos directamente en el planeta al que va a parar el protagonista, Ángel; Nehelag, y lo que en él encuentra se nos muestra, a través de los ojos de Ángel, como idealizaciones de lo conocido en la Tierra, desde la fauna, la flora, animales que en la Tierra serían mitológicos… como en los propios habitantes y sus costumbres y civilización, en sí misma. Sin embargo, no todo es tan “ideal” como parece, y poco a poco iremos descubriendo una sociedad enferma, paralizada, que tras millones de años no puede ni sabe cómo evolucionar. Así, si la estancia en el planeta cambia a Ángel, descubriendo en él anhelos y deseos que él mismo creía inexistentes o, como mínimo, apagados, él mismo es el catalizador de profundos cambios en los habitantes del planeta, que gracias a él (o, a veces, quizás a pesar de él), encuentran un posible camino a seguir, una posible cura al letargo y al sopor que los atenaza desde tiempos inmemoriales. Pero, como comentamos más arriba, no todo se reduce a una cadena de causas/efectos directa, sino que lo que sucedió hace años en la Tierra (para Ángel), puede desencadenar una serie de efectos en Nehelag años después (también según Ángel)… efectos que a su vez fueron los que dieron lugar a lo sucedido en la Tierra… El multiverso y la teoría de Aristóteles en su máxima expresión.

Pero que no os confunda todo lo comentado, no es un libro filosófico, ni su argumento es difícil de seguir (sólo en un momento puntual hemos encontrado un punto de dificultad en la explicación de las causas/efectos); es una novela de ciencia ficción que nos habla de la soledad, del aletargamiento de los deseos (en Ángel por unas causas, en los habitantes de Nehelag por otras), del descubrimiento de una nueva pasión, y del placer de la aventura.

Además, la novela nos va descubriendo puntualmente los misterios que ella misma va planteando, con acierto y sin dejarse nada en el tintero (es decir, sin ningún “deux ex machina”, lo que hace que la sigamos con interés, dado que lo que plantea tiene gran interés y misterio, y queremos saber cómo se va resolver; el autor no nos deja con las preguntas, y va resolviendo, casi siempre de manera acertada (ya comentamos que hay un punto que nos ha sido dificultoso de entender… pero igual somos nosotros, y otros lectores lo captaran perfectamente) los enigmas que van surgiendo en la historia de Nehelag, y las relaciones que tienen con otros momentos/lugares del multiverso (especialmente la Tierra, hogar del inesperado visitante).
Ángel, y la sociedad nehelagina encontrarán su destino (cumplirán, tal vez sea más adecuado), ambos actuarán en el otro como revulsivo y catalizador de pasiones y deseos que creían desaparecidos, y el mutiverso seguirá enlazando y desenlazan causas y efectos.

Una novela con gran interés, con multitud de personajes que, aunque al principio no lo parezca, son desarrollados adecuadamente a lo largo de la novela, mientras vamos desentrañando los misterios que sacuden al multiverso y que dan lugar a la extraña relación entre Ángel y Nehelag, y con su dosis de aventura, amor, romance, tragedia, traición, amistad, y maravilla propia de este tipo de novelas. Además, la estructura en capítulos muy cortos me ha parecido adecuada, para ir desgranando poco a poco los misterios, y no cansar en la lectura, en vez de en extensos bloques que igual podían resultarnos algo pesados.

Publicado por J. J. Arnau suscribirse a los artículos de J. Javier Arnau: Hay dos momentos claves que marcan su vida; la visión de La Guerra de las Galaxias, y la lectura de El Señor de los Anillos. Bueno, y Galáctica, y Doctor Who, y Asimov, Clarke, Orson Scott Card, Lovecrafft, Poe, Robert Howard, y Star Trek, Espacio 1999, El Planeta de los Simios (la serie),… el rock duro y el heavy metal. De vez en cuando, para desintoxicarse, se mete unas dosis de novela histórica (imaginando un escenario fantástico…). En fin, que ha tenido una vida muy marcada. Y así ha acabado, claro, ¿qué se podía esperar? (Blogs: Por Si Acaso: Previniendo Desastres, Delirios Varios, Currículum Literario)

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