Presentación de la novela Tom Z. Stone: Let it be de Joe Alamo

por Jorge Zarco Rodríguez
Introducción de J. Javier Arnau
Fotos: Jose Vicente Ortuño

“A Ana María Grande, que se lo pasó de miedo”
 
 
Unos días antes de la presentación, realizamos la reseña de la novela en cuestión, enviada como parte del servicio de prensa por parte de Dolmen Editorial; podéis leer dicha reseña desde este enlace directamente.

La presentación, como muchas de las que se celebran en Valencia, sobre todo en Bibliocafé, estuvo a cargo de Anika Lillo. Compezó la presentación con una especie de “broma”,  imitando a una locutora de un programa de radio; la broma estaba en que la propia Anika aparece como personaje en Tom Z. Stone precisamente en ese rol. Pero además de Anika, en esta novela aparecen gran cantidad de conocidos del autor; Anabel Botella, Claudio Cerdán, Jose Vicente Ortunyo, Emilio Bueso, Carmen R. Pomar, etc… y en ese etcétera añadimos a Sergio Mars, que aparece como científico que llama a un programa de radio rebatiendo a un pesudocientífico; y decimos esto porque sobre eso se centró otra de las bromas de Anika, preguntándole a Sergio varias veces durante la presentación si tenía alguna pregunta o cualquier intervención que hacer. Presentación de la novela entre, preguntas de los asistentes (muchos), y firma de libros por parte del autor. Posteriormente, muchos de los asistentes, y otros que por diversos motivos no pudieron acudir a la cita, quedamos para la tradicional comida navideña valenciana.



Conozco a Joe Álamo por las quedadas literarias desde hace unos tres años y puedo decir dos cosas sin ninguna duda: es uno de los escritores estrella del grupo de literatos e inspiración para todos, y es un buen tipo, amable y siempre dispuesto a dar un buen consejo a quien lo necesite. La creación del personaje de Tom Z. Stone, zombi y detective privado desde que se le pronosticaron cuatro años de vida extra (más de uno y una detectó un guiño nada subliminal a los replicantes de Blade Runner), moviéndose en ambientes turbios donde quizá no es el zombi sino el ser vivo el realmente peligroso, como no deja de recordarnos George A. Romero en sus películas.

A una exitosa primera novela se le permite adivinar una posible franquicia, de ahí que las desventuras de nuestro detective zombi tuviesen un final “abierto”  en el presente volumen. También es un  homenaje a una de las pasiones declaradas de Joe: The Beatles. Unos Beatles que es posible que sigan todos “vivos” en el ¿mundo paralelo? en que vive Tom. Ahora quedan menos de dos años para la “muerte” definitiva y Tom “vive” sometido a una angustia vital evidente mientras en la sombra hay un serial killer y los zombis ya empiezan a dar signos vitales de su comportamiento más previsible… llámese canibalismo.

Pero ni su autor ni su personaje pierden nunca el sentido del humor. Es conocida la frase de Bruce Willis (no recuerdo la película) – “No puedes cargarte a un tío porque sí, primero has de decirle algo chulo”-, lo que da pie a situaciones en que aunque el dolor haga estragos, nunca ha de olvidarse el comentario cínico ni la frase chula que remate una situación. ¿Influencias?, Raymond Chandler sin ir más lejos (un tipo que mereció el Nobel) y sobretodo hacer a los personajes creíbles dentro de la ficción. Y es posible que el asunto dé para una trilogía novelesca que cierre el círculo y la ¿vida?, de su personaje. Pero ya se sabe lo que pasa con las franquicias y las novelas de éxito (que se lo digan a un tal George R.R. Martin), que el público agarra el “mono” y quiere más, sobretodo si hay guiños nada subliminales a amigos y colegas que dan nombre y apellidos a personajes: Llámense “Anika” o “Sergio Mars”,… bueno, a este paso me veré en un futuro libro con un tal “el Zarco”… Poniéndonos serios, es todo un logro encontrar la respuesta del público lector en un mercado tan imprevisible como el literario donde se apuesta primero por el negocio y la venta, pero en el caso de Joe sin desdeñar la calidad literaria y el riesgo. Que una droga llamada “Lazarus” arrase con brutales efectos de vida extra más allá de la muerte y que un tal Doctor Espinosa me recuerda a otro llamado Herbert West (Reanimator). ¡E incluso el mismo Jeffrey Combs sería perfecto para encarnar a Espinosa!

Sobre quien sería Tom Z. Stone, todos señalaron al mismo Joe (todo un elogio) pero yo pienso en el Billy Bob Thornton de la película de los hermanos Cohen: El hombre que nunca estuvo allí ; comparen y verán no solo el parecido de Thornton con Bogart, sino con el mismo Joe Álamo, y no exagero.

Publicado por J. J. Arnau suscribirse a los artículos de J. Javier Arnau: Hay dos momentos claves que marcan su vida; la visión de La Guerra de las Galaxias, y la lectura de El Señor de los Anillos. Bueno, y Galáctica, y Doctor Who, y Asimov, Clarke, Orson Scott Card, Lovecrafft, Poe, Robert Howard, y Star Trek, Espacio 1999, El Planeta de los Simios (la serie),… el rock duro y el heavy metal. De vez en cuando, para desintoxicarse, se mete unas dosis de novela histórica (imaginando un escenario fantástico…). En fin, que ha tenido una vida muy marcada. Y así ha acabado, claro, ¿qué se podía esperar? (Blogs: Por Si Acaso: Previniendo Desastres, Delirios Varios, Currículum Literario)

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