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Foto: Conec.es |
La higgsmania tuvo un gran seguimiento por parte de los grandes medios. Durante aquellos calurosos días, el hallazgo de la maldita partícula fue celebrado por todo lo alto, a pesar de que hasta hace poco todavía existían ciertas dudas sobre el hallazgo.
Sin embargo, a la hora de evaluar las consecuencias y el alcance de dicho descubrimiento, el inicial revuelo se apagó repentinamente cuando se dieron cuenta de que ya no habían titulares sensacionalistas para publicar. Los científicos, con su innata prudencia profesional, no satisfacían a los mass media con sus explicaciones técnicas acotadas a lo estrictamente mensurable.

El bosón de Higgs y la ciencia-ficción
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Foto: The Guardian |
Si el conocimiento del campo electromagnético gracias a Maxwell permitió construir un mundo de ciencia-ficción para los habitantes del S. XIX —desde los motores eléctricos a los más avanzados computadores y dispositivos electrónicos—, el conocimiento del campo de Higgs abre un mundo ante nosotros de características totalmente espectaculares.
Imaginemos por unos instantes que somos capaces de alterar en alguna medida —mediante algún dispositivo tecnológico construido gracias a los nuevos descubrimientos— el Campo de Higgs. Para explicar el efecto se comparará con un campo eléctrico: si una carga de este tipo es aislada de un campo de su misma naturaleza, no actuará ninguna fuerza sobre ella. De forma similar, si aislamos una partícula del campo de Higgs, no aparecerá la masa en ella. Lo que en el campo eléctrico implica una aparición de fuerza, en el de Higgs implica la aparición de la masa en aquellas partículas que por su propiedad intrínseca, así lo requieran. Partiendo de estas premisas, las maneras de interaccionar con un campo de cualquier tipo —básicamente— son dos:
- De forma pasiva: apantallamiento o aislamiento —de un campo previamente existente—.
- De forma activa: amplificación y/o atenuación —bien de un campo ya existente, o creando uno nuevo—
Siendo como es el Campo de Higgs un campo primordial —un campo que existe desde la propia creación del Universo y su existencia va unida según la teoría, al propio entramado del mismo permeándolo en su totalidad— no cabe especular sobre la creación de campos de Higgs «nuevos», ya que esto podría equivaler a encontrarnos en un universo alternativo. Bueno, realmente, como poder, si que sería un tema interesante, pero me van a permitir los lectores que lo dejemos para otra ocasión.
(NOTA: lo comentado a continuación es sobre fenómenos físicos FICTICIOS, salvo que se indique lo contrario)
Pseudo-anti-gravedad
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Foto: neetescuela |
Pero no sería anti-gravedad «autentica», ya que no se actuaría sobre el campo gravitatorio, sino sobre una de las variables que intervienen.
Impulso espacial

Star Wars
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Foto: Houston Museum of Natural Science |
Una de las particularidades de la teoría del campo de Higgs es la revisión del clásico concepto de «éter» —descartado en 1887— al compartir la característica de formar parte consustancial de todo el universo. En un artículo anterior ya se comentó algo de la particular forma de navegación existente en Star Wars. En concreto, en el universo representado por George Lucas y expandido por la comunidad de aficionados, se habla del «timón etérico» como parte de dicho sistema de navegación.
Aunque aún quedaría muy lejos de este artefacto imaginario, la posibilidad de variar la masa junto con el concepto de cantidad de movimiento, permitiría variar la velocidad de un navío espacial. En la mecánica clásica, para frenar un cuerpo es necesario aplicar una fuerza proporcional a la masa, asumiendo siempre que esta es constante. Esta cantidad de movimiento se puede expresar como el producto de la masa por la velocidad. Suponiendo un navío que surca el universo interestelar con una cantidad de movimiento «p» constante, al aumentar la masa, la velocidad debería disminuir en consecuencia. En definitiva, sin más que accionar un mando y sin usar fuerza de reacción alguna —retrocohetes, o similar— se podría variar apreciablemente la velocidad de un navío espacial.
Aunque aún quedaría muy lejos de este artefacto imaginario, la posibilidad de variar la masa junto con el concepto de cantidad de movimiento, permitiría variar la velocidad de un navío espacial. En la mecánica clásica, para frenar un cuerpo es necesario aplicar una fuerza proporcional a la masa, asumiendo siempre que esta es constante. Esta cantidad de movimiento se puede expresar como el producto de la masa por la velocidad. Suponiendo un navío que surca el universo interestelar con una cantidad de movimiento «p» constante, al aumentar la masa, la velocidad debería disminuir en consecuencia. En definitiva, sin más que accionar un mando y sin usar fuerza de reacción alguna —retrocohetes, o similar— se podría variar apreciablemente la velocidad de un navío espacial.
Viaje a velocidades relativistas
¿Hay fotones en reposo? Tan sólo un agujero negro es capaz de aminorar —aunque sea haciendo trampa— la velocidad de la luz en el vacío. Según la teoría de la relatividad de A. Einstein, este parámetro es constante y finito —como se ha comprobado—, siendo el máximo permitido en el universo —agujeros de gusano aparte—.
Si lo anterior «parece ciencia-ficción», ¿qué ocurre con la luz y su velocidad, por qué esta si viaja al máximo? En este vídeo de un artículo anterior, se explicaba que —por la propia naturaleza del funcionamiento de las cosas— una partícula sin masa ha de estar en constante movimiento y a la máxima velocidad posible. La luz está compuesta por fotones —sin masa—, por lo que salen despedidos irremediablemente a la velocidad... de la luz. El límite no lo fija la luz y la velocidad que pueda adquirir, sino que está fijado por la propia estructura del universo, y los fotones de luz no hacen más que viajar a lo que este les obliga a hacer.
La cuestión es que con masa igual a cero, inmediatamente saldríamos disparados a la velocidad de la luz —al no tener masa las aceleraciones podrían despreciarse—. Con un campo o pantalla que nos aislase lo suficiente del campo de Higgs, se produciría un efecto similar. Esto no sería un viaje FLT —Faster Than Light—, pero llama poderosamente la atención la similitud con los saltos al «hiperespacio» habituales en sagas como Star Wars o Galáctica. Eso si, cuidado con lo que tengáis delante.
Si lo anterior «parece ciencia-ficción», ¿qué ocurre con la luz y su velocidad, por qué esta si viaja al máximo? En este vídeo de un artículo anterior, se explicaba que —por la propia naturaleza del funcionamiento de las cosas— una partícula sin masa ha de estar en constante movimiento y a la máxima velocidad posible. La luz está compuesta por fotones —sin masa—, por lo que salen despedidos irremediablemente a la velocidad... de la luz. El límite no lo fija la luz y la velocidad que pueda adquirir, sino que está fijado por la propia estructura del universo, y los fotones de luz no hacen más que viajar a lo que este les obliga a hacer.
La cuestión es que con masa igual a cero, inmediatamente saldríamos disparados a la velocidad de la luz —al no tener masa las aceleraciones podrían despreciarse—. Con un campo o pantalla que nos aislase lo suficiente del campo de Higgs, se produciría un efecto similar. Esto no sería un viaje FLT —Faster Than Light—, pero llama poderosamente la atención la similitud con los saltos al «hiperespacio» habituales en sagas como Star Wars o Galáctica. Eso si, cuidado con lo que tengáis delante.
Superman

Fuentes y enlaces relacionados
Artículo publicado originalmente en el blog Al final de la Eternidad el 17 de marzo de 2013
https://planetasprohibidos.blogspot.com/2013/03/mr-higgs-ciencia-ficcion.html?showComment=1363784485259#c683584184313168257'> 20 de marzo de 2013, 14:01
Buena entrada, pero tampoco olvidemos Recuerdos del futuro de Robert J. Sawyer, que hablaba explícitamente del tema, y de hecho se desarrollaba en su mayoría en el Gran Colisionador de Hadrones. Aunque hablara de otras cosas (ese famoso flash forward), Mr. Higgs estaba muy presente.
Saludos.
Hola Pedro, gracias por tu apunte. Realmente, lo que intentaba mostrar en el artículo era la relación del bosón de Higgs con la ciencia-ficción en aquellos puntos que no fueran, precisamente, tan explícitos. Ese caso, así como el de Solaris, de Lem, citan de forma explícita a la ya famosa partícula, pero mi idea es que hay otras obras de este género en las que, si bien en su momento no lo justificaron de esta forma, utilizaron conceptos imaginarios que ahora, una vez comenzado el camino hacía la comprensión de algo tan fundamental como el campo de Higgs, cobran un significado mucho más verosimil.
Saludos.
https://planetasprohibidos.blogspot.com/2013/03/mr-higgs-ciencia-ficcion.html?showComment=1369121110748#c4606769161458796362'> 21 de mayo de 2013, 9:25
Muy buen articulo. He visto todas las peliculas que mencionas. Me encanta el mundo de la ciencia ficcion (ver mas)
Saludos