DREDD (2012) USA-GRAN BRETAÑA-SUDÁFRICA Director: Pete Travis, Productor: Andrew McDonald, Guion: Alex Garland, Intérpretes: Karl Urban (Juez Dreed), Olivia Thirlby (Juez Anderson), Lena Headey (Ma-ma).
A los amantes de los cómics siempre nos ha repateado el poco (o nulo) respeto que con frecuencia el cine de gran producción o “blockbuster” suele tratar a nuestros personajes favoritos más allá de agradecidas excepciones (los BATMAN de Christopher Nolan o LOS VENGADORES de Joss Whedon). Haciendo memoria, allá por 1995 a más de uno se le cayó el alma al suelo ante la basura que resultó ser la primera adaptación “oficial” de uno de esos personajes queridos por los aficionados precisamente por su arrojo y falta de concesiones de cara a la galería dentro de los cómics de ciencia ficción de la época. JUEZ DREDD (95) de Sylvester Stallone (el olvidado Danny Cannon solo fue un hombre de paja) alardeaba de ser el resumen de toda la mitología de sujetos y situaciones del cómic creado en 1977 para la revista británica 2000 A.D., por el guionista John Wagner. Dibujado primero por Carlos Ezquerra y siendo mejorado por Brian Bolland después o Simon Bisley a los pinceles.
Si algo hacía de Dredd un personaje único, policía, juez y ejecutor de un abominable futuro apocalíptico donde la humanidad vive hacinada en megalópolis infectadas de corrupción y delincuencia, es ser un tipo resentido con la vida, abiertamente fascista en sus métodos de justicia inmediata (lo que le compara con el "norteamericano" Punisher/El castigador de la Marvel) a la vez que un cínico consciente de que quizá el problema radica en el mismo sistema que defiende con fanatismo, basado en una brutal segregación social y en la pura represión. Dredd nació como una sátira de la justicia USA primero y quizá también de la conflictiva sociedad británica de los setenta y ochenta.
La adaptación cinematográfica tentó primero a Sam Raimi que quiso involucrar a su colega Bruce Campbell (el inolvidable Ash de Evil Dead) antes de que Schwarzenegger llamase a la puerta. Pero si algo caracteriza a Dredd, es que es una metáfora en sí mismo, de ahí que nunca se quite el casco (símbolo de la justicia para unos y de abuso de poder para otros ). Algo que quiso eludir Schwarzenegger primero y Stallone cumplió después para ira de los fans de Dredd. La horrenda experiencia de 1995 dejó innumerables guiones primero, un rodaje lleno de problemas y tensión, y un nefasto error de casting: ¿Rob Schneider, quien es ese payaso de mierda?... Y Stallone se quitó el casco de inmediato y el resto solo fue un insulto a los fans del justiciero de Mega City Uno, hundiéndose el despropósito por sí solo en arenas movedizas. Los cómics de Dredd de hecho atacaron en una viñeta dicha decisión con la frase lapidaria: -"Un buen juez nunca se quita el casco"-. Es el ejemplo perfecto de cómo NO debe ser una adaptación de un personaje de cómic al cine de gran presupuesto. De ahí que el regreso en 2012 de Juez Dredd sólo fuese posible bajo un enfoque independiente a nivel creativo, con un presupuesto medio -45 millones de dólares- y bajo la tutela del equipo veterano del cineasta Danny Boyle con el productor Andrew McDonald a la cabeza, el operador de cámara Anthony Dod Mantle y el guionista todo terreno Alex Garland (28 días después). Aunque su principal acierto ha sido el ser rodada en la conflictiva Sudáfrica, involucrando al equipo técnico y artístico del “DISTRITO 9” de Neill Blomkamp e utilizando (casi reciclando) escenarios reales y contemporáneos y reduciendo al mínimo sus elementos futuristas, lo que acaba dando una sensación de “realismo” y una lectura social que va más allá de la misma película. No olvidemos que pese al mundial de fútbol, Sudáfrica es uno de los países más inseguros del mundo “civilizado”, de ahí que la ultra violencia que sacude Mega City Uno haga alusión a las terribles desigualdades sociales, la pobreza y la peligrosidad de las calles de ciudades como Johannesburgo o Ciudad del cabo –donde fue rodada- lo cual añade a su desarrollo un tono malsano y perturbador que favorece el conjunto. Pero también recuerda a Sao Paulo, Méjico D.F. o Yakarta.
Tras unas pocas y efectivas pinceladas narrativas en la descripción de una sociedad al borde del caos (me resultó imposible no pensar en el ROBOCOP de Verhoeven) Dredd (Karl Urban de la saga de El señor de los anillos (2001-2003), Pathfinder (2007) o Star Trek 2009) entra en acción en la evaluación de una novata, la Juez Telépata Anderson (Olivia Thirlby, -Juno -2007-) al introducirse en el bloque de doscientos pisos más peligroso de la ciudad en la búsqueda de una narcotraficante: Ma-ma, (Lena Headey ) que negocia con una droga que ralentiza al máximo los sentidos en una lisérgica cámara lenta. El sitio se cierra herméticamente y Alex Garlang utiliza el climax para crear una pura situación de acoso que recuerda al John Carpenter de Asalto a la comisaría del distrito 13 (76) y 1997: rescate en Nueva York (81). La violencia y el estilo sorprende por su falta de concesiones, por dejar regueros de cadáveres por todas partes y mostrar que los miserables son las primeras víctimas de la violencia de las bandas, incluidos los miembros de las mismas.
Por otra parte el idealismo humanitario de Anderson se ve corrompido ante la escoria humana que la rodea y Dredd revela una llama de humanidad, pequeña pero evidente, en su deseo de proteger a Anderson de la ratonera en la que se ven sumidos.
Pese a rumores de diferencias creativas entre Pete Travis y Alex Garland y que este último asumiría la dirección del filme, DREDD está llevada con una admirable economía de medios muy bien aprovechados, una narrativa de serie B (en el buen sentido) con medios de serie A y una sordidez en su atmosfera reflejada a través de la violencia gore que se muestra sin reparos, y un excelente diseño de producción (Mark Digby) que parece hecho de elementos al alcance de la mano, sin necesidad de recurrir a costosas escenografías futuristas, lo cual la acercan a nuestro presente inmediato (ya que en el fondo y la forma DREDD nos recuerda al mundo que vivimos, aquel que nos rodea).
Título de culto desde ya mismito, DREDD ganará con los años, y si no, al tiempo.
Jorge Zarco
http://planetasprohibidos.blogspot.com/2012/09/dredd-opinion-por-jorge-zarco.html?showComment=1347777015576#c1652450319526291168'> 16 de septiembre de 2012, 8:30
Esperaba esta reseña… Estupenda! No deja de resultar inquietante seguir viendo películas de grandes obras maestras del comic, después de tantos desaciertos, pero con grandes satisfacciones como las que Jorge Zarco menciona. Sí. El gran problema con las adaptaciones de comics a película ha sido menospreciar a los fanáticos del comic para mantener el mercado de los BlockBuster… Esta de DREDD suena interesante… Seguiremos a la expectativa de más adaptaciones y por lo menos ver producciones decentes como éstas: http://www.miguelmesas.com/fanfilms.htm