Archivo de noviembre 2015


ARGUMENTO:

Una amenaza recorre Madrid. Esta vez el enemigo no procede del otro lado de las fronteras, ni de los bajos fondos, ni siquiera de esos subterráneos morales donde anidan peligrosas ideologías como el socialismo o el anarquismo; esta vez la amenaza son las piedras. De la noche a la mañana, y sin que nadie sepa por qué, las estatuas de la capital han abandonado sus pedestales, sobresaltando a pacíficos transeúntes o introduciéndose sin invitación en las casas de gente inocente. Los ministerios desmienten rumores que vuelan sobre las planas de los periódicos amarillos, y a menos que alguien intervenga con toda celeridad el asunto puede alcanzar dimensiones monumentales: las mismas de la Cibeles, de Neptuno, de las esculturas del Retiro y la Plaza de Oriente en cuanto se les ocurra sumarse a la estampida. Se trata del momento que durante años ha esperado Elías Arce, deslucido redactor de crucigramas de El Planeta: el que puede brindarle ese reportaje que le ayudará a alcanzar la cima más alta de su profesión. Pasará por el taller de un fabricante de autómatas o el estudio de un arquitecto que diseña edificios invertidos, y conocerá a la enigmática dama a la que llaman La Medusa, víctima de una negra maldición. Claro que, una vez más, no estará solo. Le acompañan Irene Fo, la mujer más bella y más loca del mundo, y su padre, el profesor Fo: su nombre ya es sinónimo de misterio, aventuras y ciencias puras.

OPINIÓN:
Hace poco más de un año realizamos la reseña de "El hombre sin rostro", la que resulta ser la primera novela de las aventuras de Elías Are, Irene Fo, y su padre el científico Salomón Fo; dicha reseña podéis verla en este enlace. Entonces no sabíamos que iba a continuar esta serie, y resultó una grata sorpresa recibir esta continuación. Es más, en dicha reseña comentábamos: ..., aunque la novela tiene un claro final, deja un hilo abierto para posibles y futuras continuaciones, que realmente me gustaría que escribiera, para disfrutar de nuevo de estos personajes y escenarios que nos presenta el autor". 

Como en la anterior, nos presenta un madrid, y alrededores, de principios de siglo XX, en este caso, poco después de los sucesos narrados en el anterior libro, sobre 1909. Nos recrea, a modo de diario en cada capítulo, el madrid y sus personajes de aquella época... en especial sus tejados y parques; porque un misterioso personaje está dando vida a las estatuas de la ciudad, tanto las situadas en las alturas de Madrid, como las de los parques de la ciudad. 

La trama nos recuerda poderosamente a, entre otras cosas, el capítulo de Doctor Who referido a la transformación de todas las estatuas de un New York también antiguo en "Ángeles llorones", incluyendo la Estatua de la Libertad.
La trama ha ganado en agilidad, y el misterio, y los personajes tras las sombras que nos presenta el autor no desmerecen en nada a la anterior novela, incluso podríamos decir que se maneja mejor el misterio y las motivaciones de los desencadenantes de todo el entramado; así mismo, sigue estando presente el humor, la ironía, rozando muchas veces el absurdo, incluso sumergiéndose en él sin complejos. Aparece algún personaje nuevo, tratado, y retratado, con los trazos casi absurdos que se reflejan en muchos de los personajes ya conocidos, y que fueron los que nos sorprendieron en la primera parte; en su momento, comentamos que  "Tal vez aquí la resolución del caso, el conocer al asesino y sus motivos sea lo de menos en esta novela. Casi podría atreverme a decir que es un vehículo, la excusa para el viaje que el autor nos propone por unos lugares y unos tiempos distantes, así como por la personalidad, y sus cambios, de los protagonistas. Indudablemente, la trama, cómo se van conociendo las causas, las relaciones entre los asesinados, los personajes implicados, el motivo, etc, tiene su importancia; más sobre todo cuando finalmente se va aclarando. Pero mientras, ha sido un accesorio, un transporte para mostrarnos a un grupo de seres muy distintos entre sí, con motivaciones muy diversas, que no tienen más remedio que cooperar si quieren resolver el caso o, simplemente, sobrevivir. El cómo esas relaciones, de personas en principio solitarias y reservadas, va modelando su ser, su manera de relacionarse de los demás y de enfrentarse a las vicisitudes de la vida, y lo que ello conlleva."  Sin embargo, como decimos, en esta novela sí se dá (o esa percepción tenemos) más importancia a toda la trama, a sus consecuencias, a sus orígenes, que a los personajes, en su mayoría ya presentados en la primera novela. y eso es algo que echamos de menos, como venimos comentando; lo que más nos agradó de la primera es lo entrecomillado en el párrafo anterior, y eso 

Es lo que echamos de menos en esta, aunque con el agregado de nuevos personajes (unos del lado de los "buenos", y otros en el de los "malos") consigue en parte recrear lo que nos gustó en "El hombre sin rostro". 
De todas maneras, superado esto, la novela se sostiene por sí misma por el misterio, la acción, los nuevos personajes (reiteramos), el humor, la absurdez en algunos momentos (bastantes)... en fin, que es una novela que nos ha gustado, y de la que, sin saber que se haría realidad, esperábamos desde que leímos "El hombre sin rostro"



Publicado por JAVIER el 8 nov 2015 0 comentarios [Más...]