Mi infancia ochentera estuvo muy marcada por la ciencia ficción, gran parte de la cual estuvo centrada en criaturas gigantes (King Kong, Godzilla y sus múltiples antagonistas) con la peculiar inclinación a la destrucción de grandes urbes; así como en robots descomunales (Voltron, Mazinger Z, etc.), no carentes de personalidad la mayoría de ellos, de los cuales se valía la humanidad para hacer frente a peligros más allá de su capacidad.
Teniendo eso en consideración no es de extrañar que la última propuesta del director mexicano Guillermo del Toro llamara poderosamente mi atención y me acercara al cine, con el cual siempre he tenido una relación de amor-odio.
De entrada, Pacific Rim es una invitación visual a lo sorprendente, que de inmediato juega la carta de la nostalgia con la presentación de los "Kaiju", monstruos gigantescos de apariencia reptiliana, en una rápida sucesión de imágenes que recuerdan vagamente algunas escenas de la fallida película de Godzilla (1998) de Roland Emmerich. Estos colosales seres, siguiendo la tradición de los monstruos gigantes, emergen de las profundidades oceánicas (el Pacifico) y se lanzan a la destrucción de la ciudad más próxima a ellos. Tras varios días de combate y valiéndose de todo su potencial militar, la humanidad apenas puede derrotar a la primera de estas creaturas. Pero cuando se comienza a limpiar el destrozo e inicia la reconstrucción, otro de esos monstruos se lanza al ataque.
Enfrentándose a lo que a todas luces es un evento de extinción, las naciones del mundo dedican ingentes recursos a la construcción de armas específicas para hacer frente a la amenaza de los "Kaiju". Es así que nacen los "Jager", robots armados y acorazados de tamaño descomunal, operados por dos pilotos humanos, quienes para soportar la carga mental que es el operar semejante armatoste, tienen que sincronizar sus mentes en armonía, algo parecido a lo que ocurre con los Evas del anime Evangelion (1995).
Los "Jager", cuyas generaciones se van sucediendo conforme avanza la tecnología, resultan ser el arma de defensa perfecta para detener los continuos ataques de los "Kaijus". Con el tiempo, tanto unos como otros se trivializan y forman parte del mainstream, comercializándose en una gran gama de artículos de consumo. Sin embargo, conforme avanzan las batallas, los "Kaijus" son cada vez más grandes, pesados y poderosos. Esta nueva generación de monstruos, clasificados como de Categoría 4, van acabando uno a uno con los "Jagers", arrinconando nuevamente a la humanidad. Las naciones deciden entonces que el proyecto "Jager" ya ha dado todo lo que puede y deciden cancelarlo dado el escaso éxito en las últimos enfrentamientos y el elevado costo de mantenimiento y reparación de los robots. Es así que se modifica la estrategia y se comienzan a construir gigantescos muros alrededor de los territorios costeros más vulnerables para evitar los ataques.
Por supuesto no todos han perdido la fe en los "Jager" y los pocos que todavía se mantienen intactos son reubicados en algún punto de Hong Kong, para utilizarlos en lo que será la ofensiva definitiva en contra de la amenaza Kaiju. Es en este punto donde formalmente comienza la película.
Desde el principio queda claro que no nos encontramos con un argumento sobresaliente u original, y es que el filme simplemente no lo necesita. No hay que olvidar que se trata de una película de monstruos gigantes, y por regla general en estas el argumento simple y llanamente debe dedicarse a dar pretexto a los colosos a entablar combate. Ahora bien, esto no significa que Pacific Rim sea un despliegue constante y confuso de acción gratuita y desenfrenada. Los combates y los efectos son puntuales, están bien construidos e introducidos en la trama y soportan bastante bien la parte del argumento que le corresponde.
En lo que respecta a los protagonistas he de decir que no sobresalen ni sorprenden, e incluso me atrevería a afirmar que son absorbidos por la trama, lo cual me parece bastante bien, pues no hay que olvidar que los verdaderos protagonistas de la historia son los monstruos. Me pareció muy adecuado que una de las protagonistas fuera japonesa, lo cual podría ser considerado un simple cliché del género, pero en realidad sirve como nexo entre este filme y los clásicos de los que es heredera, una decisión muy afortunada. La única excepción a esto sería Ron Pearlman, quien ha trabajado con del Toro desde su filme Cronos (1993), y su personaje Hannibal Chau, el gánster a cargo del mercado negro de las partes corporales de los "Kaijus" derribados, sin lugar a dudas mi personaje favorito de la película a pesar de su corta aparición en pantalla.
La película, más cercana a Evangelion que a Transformers, cumple con creces lo que promete, es visualmente muy sorprendente y resulta sumamente entretenida para quienes amamos este tipo de cine. Me ha gustado especialmente el “realismo” que le han dado a la historia, en especial con la trivialización de las criaturas, los estragos que sus fluidos y restos ocasionan con el medioambiente y el mercado negro que surge a raíz de sus derrotas. Y aunque no es una película perfecta, es muy recomendable, en especial para quienes gustan de este tipo de historias.
Sin duda es de las mejores películas de desastres/ciencia ficción que he visto en los últimos años, y espero que esta signifique el resurgimiento del género Kaiju/robots gigantes. También, y esto puede ser simple ilusión por mi parte, espero que Pacific Rim le de la experiencia y recursos necesarios a del Toro para por fin dedicarse a una película sobre las historias de H. P. Lovecraft.
Comentarios
0 comentarios en 'Opinión: Pacific Rim (Alejandro Morales Mariaca)'
Publicar un comentario
Le recomendamos que copie su texto antes de publicarlo, sobre todo si es largo, para evitar perdidas por algún fallo al publicar. Seleccione el texto y pulse «tecla control + c». O redáctelo en un editor externo, copielo de igual manera y a continuación, pulse «tecla control + v» en el cajetín del formulario de comentarios.
Si tuviera cualquier otro problema, utilice el enlace alternativo «[Dejar un comentario con el formulario clásico...]», que podrá encontrar más abajo.
Gracias por comentar.
Autores de Planetas Prohibidos
[Dejar un comentario con el formulario clásico...]