Hay otra Ciencia-Ficción. Otra que parece dar la razón a aquellos que la confunden con el género fantástico en general. Intentaba explicarlo, pero creo que lo mejor es ver algunos ejemplos:
La Segunda Fundación (I. Asimov)
La Trilogía de la Fundación está considerada como una de las obras más importantes, no solo del género de la Ciencia-Ficción, sino de la literatura en general. Su autor, además de ser valorado y conocido por su labor literaria, es un divulgador científico de igualmente o mayor reconocido prestigio.
Esta obra, la Trilogía de la Fundación, más que por su calidad literaria con algunos altibajos a lo largo de la misma, destaca por su meticuloso trabajo matemático, sociológico e histórico, teniendo como tema central el supuesto científico consistente en la ficticia disciplina científica denominada psicohistoria (esta trilogía forma parte de la llamada Saga de la Fundación. También es conocida como Ciclo de Trántor o Ciclo de la Fundación).
La disciplina científica ideada por Asimov a través de su personaje Hari Seldon para la novela, es todo un fenomenal conjunto de hipótesis matemático-sociales basada en conceptos estadísticos y guardando gran relación con la teoría del caos, que aplica estas áreas de la ciencia al comportamiento de las sociedades y su evolución histórica.
La Fundación sobre la que gira la primera parte de la trilogía esta compuesta de enciclopedistas y documentalistas, y es en realidad una tapadera de psicohistoriadores con la misión de servir de guía a la humanidad, para acortar el periodo de desorden y barbarie en el que se va a convertir la galaxia tras la caída de su imperio, tal y como la psicohistoria predice.
Sin embargo, a pesar de todo este despliegue, I. Asimov ideó una Segunda Fundación de paradero desconocido que, a diferencia de la Primera, estaría formada por... ¡parapsicologos con poderes extrasensoriales, con la misión de llegar donde no pudieran los primeros! Para muchos, toda una sorpresa viniendo de Asimov.
Tierra Moribunda (Jack Vance)
Jack Vance es un magnífico descriptor de sociedades humanas. Parece que la rama sobre la que giran los supuestos científicos en sus obras es la antropología. Posee igualmente una gran capacidad para imaginar seres alienígenas y sus mundos natales, tal vez basándose también en sus inquietudes sobre la misma área del conocimiento humano.
En la Saga de la Tierra Moribunda, Jack Vance nos aventura en una Tierra decadente, triste y melancólica, iluminada por un Sol anaranjado que ve como se acerca a su fase de gigante roja, en la que acabará por engullir inexorablemente el planeta. Un relato de picaresca futurista en el que la humanidad, cansada ya de investigar por una parte al ver cerca su final, por otra por no tener nada ya sobre lo que hacerlo, ha olvidado la diferencia entre la magia y la tecnología enormemente avanzada. Tercera Ley de Clarke:
«Cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia»
De esta forma, magos con poderes increíbles basados en una tecnología que no conocen, y una estética medieval y fantástica, componen una obra maravillosa que entusiasmaría a cualquier aficionado de la literatura fantástica... casi tanto como a los aficionados de la Ciencia-Ficción.
Artículo publicado originalmente en el blog Al Final de la Eternidad el 7 de febrero de 2008
Artículo publicado posteriormente en El Sitio de ciencia-ficción el 5 de julio de 2009
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