Editorial Círculo Rojo


Colección: Novela


Páginas: 480


ISBN: 9788490950203


Formatos: Tapa blanda: 18,00 €



ARGUMENTO:

La pequeña villa agrícola de Airún queda arrasada por completo a causa de un terremoto de dimensiones colosales. Ocupado en sacar a su esposa del coma en que ha quedado sumida, Juan Orsi no repara en la gravedad de la serie de acontecimientos extraordinarios que se suceden en el pueblo. Sólo la aparición del sexagenario profesor Zucker consigue arrojar algo de luz sobre el misterio que rodea la catástrofe.

Concebida como una película de ciencia ficción apocalíptica, la novela que sujeta usted en sus manos encierra una historia de supervivencia frente a una catástrofe global. Una dramática historia que podría llegar a suceder algún día

OPINIÓN:

Aunque he leído alguna opinión contraria, mi opinión es que la escritura es ágil, haciendo que la lectura se torne dinámica, y a veces se haga difícil abandonar la lectura,  deseando proseguir un poco más en las desventuras del grupo al que sigue la narración. Es verdad que la novela, en cuanto a estructura y desarrollo puede dividirse claramente en al menos dos partes, con diferentes niveles de estructurar y desarrollarlos; pero dado el tema que se trata, y la “lógica” secuencia que ha de determinar el camino a tomar, pienso que hace inevitable (al menos necesario) esa diferencia en cuanto a agilidad en ciertas partes.

Porque la novela comienza con una “megacatástrofe” (que según el prologuista, Manuel Toharia, aunque improbable, es posible) que afecta a todo el planeta. Seremos testigos de ella en la persona de Juan Orsi, residente en la pequeña localidad de Airún. Ahí, y con él y sus más cercanos, seremos conscientes de la gravedad de la situación, asistiremos a la destrucción y muerte provocada por la catástrofe global, y conoceremos de primera mano las funestas consecuencias, y los pasos a seguir en pos de una improbable, pero única, solución si se quiere tener una mínima esperanza de vida.
En este punto es donde sí estoy de acuerdo con alguna de las opiniones leídas; en el improbable carácter, las reacciones artificiosas y en lo artificioso de algunas relaciones entre los personajes. Porque hay unos cuantos personajes (unos más protagonistas que otros, pero todos con sus dosis de participación en este tramo de la novela)  cuyas reacciones, actuaciones, etc se nos hacen un tanto cuesta arriba de comprender, nuestra “suspensión de la credulidad” se ve forzada pensando si nosotros haríamos lo mismo en una circunstancia que, como digo, aunque improbable, no es totalmente descartable. Y esto se agrava, a mi parecer, en la figura del personaje principal, Juan Orsi.

   Una vez superado esto (¿era la mejor manera de encarar la situación por parte del autor?) entramos en la parte de supervivencia por un grupo de personajes en busca de la mínima probabilidad de sobrevivir. Una “película” postapocalíptica en la que la catástrofe ha sumido a la humanidad en la barbarie, y en el que las autoridades no son de ayuda precisamente, si no más bien al contrario. Juan Orsi y sus acompañantes deben hacer frente a multitud de adversidades, a bandas organizadas, a “nuevos bárbaros”, a la falta de alimentos y agua, a las decisiones inhumanas de las autoridades, a una secta surgida a raíz de la catástrofe…

Este tramo es más ágil y, tal vez, mejor desarrollado que el anterior comentado, por su propia intrahistoria, aunque igualmente aparecen algunas decisiones y momentos que cuelgan, cual espada de Damocles, sobre nuestra credulidad. Pero debido precisamente al desarrollo tipo película de catástrofe, podemos pasar un poco de “puntillas” por ellos, y seguir las andanzas de los protagonistas.



    En resumen, a pesar de algunos momentos que “chirrían”, en especial en la caracterización (y desarrollo de alguno de los personajes), una vez superado esto nos encontramos sumergidos en una película postapocalítca en un escenario en la que los personajes deberán moverse para encontrar una mínima posibilidad de sobrevivir, encarando en el camino diferentes penalidades. Y a pesar de que algún crítico considere el estilo de narración obsoleto, más propio de obras pre Verne, e influenciado por él mismo o Salgari, mi opinión es que es el estilo que le viene bien a la presente obra, y lo que le da esa sensación de aventuras que hace que sigamos con ganas de leer (una vez admitidas, como digo, algunas premisas, en especial en el carácter de ciertos personajes).       
   Al ser la primera novela del autor, esperamos que en las siguientes sepa afinar esos puntos que comentamos, la caracterización de personajes y algunas de las reacciones de los mismos que serán las que marquen el desarrollo de la trama, y que en alguna caso nos han resultado difíciles de comprender.


Publicado por J. J. Arnau suscribirse a los artículos de J. Javier Arnau: Hay dos momentos claves que marcan su vida; la visión de La Guerra de las Galaxias, y la lectura de El Señor de los Anillos. Bueno, y Galáctica, y Doctor Who, y Asimov, Clarke, Orson Scott Card, Lovecrafft, Poe, Robert Howard, y Star Trek, Espacio 1999, El Planeta de los Simios (la serie),… el rock duro y el heavy metal. De vez en cuando, para desintoxicarse, se mete unas dosis de novela histórica (imaginando un escenario fantástico…). En fin, que ha tenido una vida muy marcada. Y así ha acabado, claro, ¿qué se podía esperar? (Blogs: Por Si Acaso: Previniendo Desastres, Delirios Varios, Currículum Literario)

Comentarios

0 comentarios en 'La franja de vida (Gonzalo Gobert-Cézanne; prólogo de Manuel Toharia)'

Publicar un comentario

Le recomendamos que copie su texto antes de publicarlo, sobre todo si es largo, para evitar perdidas por algún fallo al publicar. Seleccione el texto y pulse «tecla control + c». O redáctelo en un editor externo, copielo de igual manera y a continuación, pulse «tecla control + v» en el cajetín del formulario de comentarios.

Si tuviera cualquier otro problema, utilice el enlace alternativo «[Dejar un comentario con el formulario clásico...]», que podrá encontrar más abajo.

Gracias por comentar.
Autores de Planetas Prohibidos

Formulario clásico de comentarios: