Autor: Raúl Ansola
Formato: Rústica con solapas, 15x21cm.,
326 páginas
 Precio: 18 euros
ISBN: 978-84-16307-04-3
Ficha editorial (Punto en Boca)
SINOPSIS EDITORIAL

Antes de morir, el joven Tony dejó escritos unos diarios personales donde narraba el desenfreno con el que vivió la locura del Nueva York de finales de los años setenta. Décadas más tarde, la biógrafa Claire Espino recibe esos escritos con el encargo de corregirlos y novelarlos para su publicación. Pero algo perturba su trabajo. Entre las páginas manuscritas se encuentra con un dato inquietante: alguien le contó a Tony, durante una fiesta en los sótanos de la discoteca Studio 54, detalles del atentado aéreo contra las Torres Gemelas que se produciría muchos años después. 

Abrumada por el anacronismo, Claire busca ayuda en Diego, un escritor experto en el Nueva York de la época, para contrastar la veracidad de los diarios. El enigma los conducirá a Gabriel, un periodista especializado en el misterio y las conspiraciones cuya visión del mundo es opuesta al escepticismo de su amigo Diego. 
Los tres se embarcarán en una investigación que trasladará al lector por diferentes épocas. Juntos, emprenderán una aventura entre la ciencia ficción y el esoterismo con un desconcertante misterio por resolver.

OPINIÓN:

Como puede leerse en la sinopsis de la editorial (que hace un spoiler bastante grande de la novela, por cierto), el punto de partida es bastante interesante: en los años setenta, alguien comentó lo que sucedería décadas más tarde con las Torres Gemelas. Lo que en principio no sería más que un pequeño desliz, no tarda en convertirse en un enigmático caso oscuro que llevará a una serie de personajes a indagar tan extraño anacronismo; ¿qué es el Tiempo, qué es la Historia; qué papel juegan nuestras historias personales dentro de la Historia del mundo? ¿Se pueden producir interferencias?

Por otro lado, los personajes principales están bien descritos, no escatimándose en detalles en su presentación ni en su relación con el resto, y con la sociedad en general. Asimismo, el ambiente de los años 70 en la mítica Estudio 54, y la “fauna” que por ella se movía, está bien logrado. Cuando se entra a fondo con la investigación del anacronismo,  se comienzan a  enlazar teorías, y se va vislumbrando el escenario de pura ciencia ficción que hay detrás de todo, la novela va ganando en enteros. Pero, al menos para mí, desgraciadamente hay un buen número de páginas que sobran, que me he ido saltando, que no suponen nada más que algunas ligeras aclaraciones del entorno general (como por ejemplo ciertas páginas del diario de Tony, y algunas de la web esotérica que está investigando Gabriel), y que fácilmente podrían haberse obviado o, cuanto menos, aligerado). En cierto momento me han entorpecido un tanto la lectura, ralentizándola y sacándome del tema principal (bueno, alguna pueden tener algo que ver con la trama principal, por eso considero que al menos se podían haber aligerado, sino directamente suprimido); considero que un lector experto quizás sabrá donde tiene que pararse, y donde saltarse algunos tramos, pero tal vez el autor podría habernos ahorrado algunos de esos “saltos”. Porque cuando el tema está centrado, tanto cuando contactan los protagonistas al descubrir el anacronismo, como cuando comienzan las investigaciones, y la madeja se va desenrollando, así como el final, nos deja una muy buena novela que mezcla costumbrismo, crítica social, buenos personajes, ciencia ficción, y esoterismo.

Mi recomendación; pues le daría un siete o un ocho si tuviera que puntuarla, rebajándole un poco la nota final por todas esas páginas que no me decían nada y he tenido que saltarme. Ojo, como reseñador he leído la obra hasta el final, evidentemente: por eso mi recomendación de que seáis tenaces con ella, que si encontráis párrafos y páginas que no os dicen nada, seáis capaces de discriminar y separarlas del resto, que perseveréis en la lectura; una vez conseguido, la novela será muy de vuestro interés, gana mucho en cuanto avanza, y es recomendable.
   



Publicado por J. J. Arnau suscribirse a los artículos de J. Javier Arnau: Hay dos momentos claves que marcan su vida; la visión de La Guerra de las Galaxias, y la lectura de El Señor de los Anillos. Bueno, y Galáctica, y Doctor Who, y Asimov, Clarke, Orson Scott Card, Lovecrafft, Poe, Robert Howard, y Star Trek, Espacio 1999, El Planeta de los Simios (la serie),… el rock duro y el heavy metal. De vez en cuando, para desintoxicarse, se mete unas dosis de novela histórica (imaginando un escenario fantástico…). En fin, que ha tenido una vida muy marcada. Y así ha acabado, claro, ¿qué se podía esperar? (Blogs: Por Si Acaso: Previniendo Desastres, Delirios Varios, Currículum Literario)

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