TEXTO CONTRAPORTADA:
El joven Tristán Thorn está dispuesto a hacer cualquier cosa para conquistar el frío corazón de su amada Victoria, incluso a prometerle que le conseguirá la estrella que ambos ven caer una noche. Para cumplir su palabra, Tristán deberá cruzar el muro que separa su pueblo del País de las Hadas, un vasto territorio donde nada se parece a lo que él ha conocido, donde ni siquiera las estrellas tienen forma de estrella y donde los duendes y los espectros campan a sus anchas. En ese mágico lugar, el joven no sólo hará cambiar su futuro, sino que también descubrirá cosas de su pasado que no podía imaginar. Con la ayuda de un unicornio, un barco pirata que surca el cielo, un árbol muy sabio y una florecita de cristal... ¿conseguirá Tristán el amor de su dama?
" Gaiman es un maestro. Nadie en su campo es mejor que él"
Peter Straub
Una de las «pegas» que a menudo se le solía achacar a Neil Gaiman es que es, sobre todo, un autor de cómics, y muy a menudo utiliza este lenguaje, diferente por completo al de las novelas. Pero hoy en día las fronteras entre diferentes medios son ya prácticamente inexistentes, y existe un trasvase continuo de autores de unos medios a otros. Como ejemplo podemos citar a Brad Meltzer, afamado novelista, escribiendo cómics para DC Cómics- Liga de la Justicia, Crisis de Identidad; a Orson Scott Card, el conocido escritor de Ciencia Ficción y Fantasía, elaborando la serie de Ultimate Iron Man, para Marvel; a Tad Williams, reconocido escritor de fantasía, en la serie de Aquaman, de DC, a Allan Heimberg, guionista de televisión, en DC y Marvel- Jóvenes Vengadores, LJA…; a J.M. Straczinsky, guionista de TV y cine, creador de Babylon 5, triunfando en Marvel cómics con Spiderman, 4 Fantásticos, Thor; a Richard Donner, famoso director de cine (Superman, Lady Halcón, Los Goonies, Arma Letal…) colaborando en los cómics de Superman, etc. Entonces, ¿por qué Gaiman no podría lanzarse a la creación de novelas y relatos? Pues lo hizo, y además con éxito, como hemos comentado, en vista a las ventas y premios recibidos.
El joven Tristán Thorn está dispuesto a hacer cualquier cosa para conquistar el frío corazón de su amada Victoria, incluso a prometerle que le conseguirá la estrella que ambos ven caer una noche. Para cumplir su palabra, Tristán deberá cruzar el muro que separa su pueblo del País de las Hadas, un vasto territorio donde nada se parece a lo que él ha conocido, donde ni siquiera las estrellas tienen forma de estrella y donde los duendes y los espectros campan a sus anchas. En ese mágico lugar, el joven no sólo hará cambiar su futuro, sino que también descubrirá cosas de su pasado que no podía imaginar. Con la ayuda de un unicornio, un barco pirata que surca el cielo, un árbol muy sabio y una florecita de cristal... ¿conseguirá Tristán el amor de su dama?
" Gaiman es un maestro. Nadie en su campo es mejor que él"
Peter Straub
A Neil Gaiman, a pesar de su incursión en otros géneros, como la novela y el cine (es guionista de Mirror Mask, película dirigida por su compañero en los cómics Dave Mackean, ilustrador, y acaba de adaptar junto con Roger Avary Beowulf,
la película rodada por Robert Zemeckis mediante «captación de
movimiento») se le conoce sobre todo por los cómics, en especial por la
serie de SANDMAN. Sin embargo, tiene ya varias novelas y colecciones de relatos publicadas, premiadas en varias ocasiones. Incluso American Gods ganó los premios Hugo y Nébula 2002, los máximos galardones de la Ciencia Ficción y Fantasía.
Una de las «pegas» que a menudo se le solía achacar a Neil Gaiman es que es, sobre todo, un autor de cómics, y muy a menudo utiliza este lenguaje, diferente por completo al de las novelas. Pero hoy en día las fronteras entre diferentes medios son ya prácticamente inexistentes, y existe un trasvase continuo de autores de unos medios a otros. Como ejemplo podemos citar a Brad Meltzer, afamado novelista, escribiendo cómics para DC Cómics- Liga de la Justicia, Crisis de Identidad; a Orson Scott Card, el conocido escritor de Ciencia Ficción y Fantasía, elaborando la serie de Ultimate Iron Man, para Marvel; a Tad Williams, reconocido escritor de fantasía, en la serie de Aquaman, de DC, a Allan Heimberg, guionista de televisión, en DC y Marvel- Jóvenes Vengadores, LJA…; a J.M. Straczinsky, guionista de TV y cine, creador de Babylon 5, triunfando en Marvel cómics con Spiderman, 4 Fantásticos, Thor; a Richard Donner, famoso director de cine (Superman, Lady Halcón, Los Goonies, Arma Letal…) colaborando en los cómics de Superman, etc. Entonces, ¿por qué Gaiman no podría lanzarse a la creación de novelas y relatos? Pues lo hizo, y además con éxito, como hemos comentado, en vista a las ventas y premios recibidos.
Empecemos con la reseña propiamente dicha. ¿Qué nos podemos encontrar en STARDUST?: Fantasía. Ni más ni menos, de la de toda la vida, nada de dragonadas, ni reinos olvidados, ni siquiera señor de los anillos.
Un viaje a través del país mágico de Faerie. Un viaje iniciático, el
del joven Tristán desde su pueblo de Muro, al interior del Reino Mágico
en busca de una estrella fugaz caída para ofrecérsela a su amor. Tristán
es hijo de un humano de Muro y una habitante de Faerie, concebido en el
mercado que esperan con expectación los humanos cada nueve años para
convivir unos días con los seres del otro lado, la mágica tierra.
Al contrario de otras novelas donde aparecen «semis» (elfos, dioses,
etc), aquí no es nada peyorativo, ni malo. Tristán, por su condición de
«semi» simplemente es algo diferente a las gentes del gris poblacho
donde vive, pero no mucho más que cualquier jovenzuelo del mismo.
Incluso sus «males de amores» son de lo más prosaico. Por eso mismo,
llegado el caso, no duda en ofrecer cualquier cosa a su amada por un
simple beso. Y aquí es donde empieza su historia, en pos de una estrella
caída al otro lado del muro de piedra que delimita el mágico mundo de
Faerie.
Una vez decidido, empezará lo que será propiamente el viaje
iniciático durante el cual madurará, conocerá gentes y seres de todas
las clases y posiciones, y marcará su destino. Gaiman nos lleva de viaje con el joven Tristán a través de un mundo
mágico de barcos voladores, grandes reinos, seres fantásticos, brujería,
amor, traición, etc. A veces, puede parecernos que a Gaiman se le
escapa un poco la historia de las manos, y en el desarrollo del relato
aparecen personajes «salvadores», pertenecientes a una «Cofradía del
Castillo» que no llega a desarrollarse del todo, en su lucha contra las
«sombras», que tampoco parecen acabar de desarrollarse en un primer
momento; porque el papel de Tristán en ese asunto es prácticamente
secundario, simplemente está en medio de algo más grande, por lo que
parece extraño que precisamente sea a él al que ayuden. Vamos, que
parece un asunto a desarrollar más profundamente, pero que el autor sólo
cita alguna vez de pasada. Pero, realmente, como enseguida veremos,
Gaiman lo tiene estructurado y todo tendrá, finalmente, una razón de ser.
Mezcla varios hilos argumentales el autor, algunos de los cuales
parece en principio que difícilmente van a confluir. Por sí solos, cada
uno daría para una novela, o para una serie de novelas. Hay autores que
escribirían varias series con algunas de las ideas expuestas en este
libro. Pero parece que a Neil Gaiman no le interesa esto, el acumular
libros y series porque sí, solamente por el negocio de editar muchos
libros -cosa que en la mayoría de las ocasiones va en detrimento de la
calidad- sino realmente contarnos lo que desea.
Al contrario de lo que en un principio podría pensarse por ser un autor de cómics principalmente, el lenguaje utilizado, al que hacíamos referencia al principio, es más fluido de lo que cabría esperar, y no se pierde en descripciones innecesarias, ni cuenta más de lo que hay que contar para la correcta comprensión de la historia.
El final, cuando llega, parece que va a ser un poco forzado, demasiado típico; pero aquí Gaiman, hábilmente, da un giro a la historia y la aleja de convencionalismos. Es aquí donde, como hemos comentado antes, aparece la razón de ser que buscábamos. No satisfecho con ello, cuando creemos que, a pesar de todo, va a ser un final tópico, vuelve a forzar la tuerca, y da un nuevo giro. Y a la tercera va la vencida, y ya tenemos el final que ansiábamos, no el tópico ni el típico, sino uno nuevo al que Gaiman ha conseguido llevarnos.
Al contrario de lo que en un principio podría pensarse por ser un autor de cómics principalmente, el lenguaje utilizado, al que hacíamos referencia al principio, es más fluido de lo que cabría esperar, y no se pierde en descripciones innecesarias, ni cuenta más de lo que hay que contar para la correcta comprensión de la historia.
El final, cuando llega, parece que va a ser un poco forzado, demasiado típico; pero aquí Gaiman, hábilmente, da un giro a la historia y la aleja de convencionalismos. Es aquí donde, como hemos comentado antes, aparece la razón de ser que buscábamos. No satisfecho con ello, cuando creemos que, a pesar de todo, va a ser un final tópico, vuelve a forzar la tuerca, y da un nuevo giro. Y a la tercera va la vencida, y ya tenemos el final que ansiábamos, no el tópico ni el típico, sino uno nuevo al que Gaiman ha conseguido llevarnos.
En resumen, un bonito cuento de hadas para todas las edades. No es
que sea juvenil y por eso los adultos lo puedan leer, sino que su
imaginación no conoce de edades, sólo de imaginación y fantasía.
http://planetasprohibidos.blogspot.com/2012/11/stardust-de-neil-gaiman-resena.html?showComment=1352466298235#c489314360384999637'> 9 de noviembre de 2012, 14:04
Buena reseña Javier.
Hace un tiempo escribí un especial Stardust en el que hablaba principalmente de la novela (preciosa su edición ilustrada) y la película. Es curioso como siendo conceptos tan diferentes, divergentes incluso en lo que a historia y tempo narrativo se refiere, ambas me convencen por completo: el clasicismo de las aventuras del film y el final que mencionas de la novela, que al principio me entró un poco a contrapié, pero que en mis recuerdos ha perdurado... y ganado con el tiempo.
Saludos.